NÚMERO DE ASISTENTES: 57
Este año se celebró el 55 aniversario del Belén Montañero y fue el Grupo de Montaña Mayencos de Jaca el encargado de organizar el evento en colaboración con la Federación Aragonesa de Montaña.
El lugar elegido para instalar el Belén, fue nada más y nada menos que las tierras donde nació el Reino de Aragón y hacia San Juan de la Peña se dirigieron todos los autobuses de los distintos grupos de andarines y montañeros que se animaron a participar.
Un buen madrugón propició que el día “cundiera” mucho y así una vez llegados al viejo y precioso Monasterio, después de algún pequeño malentendido con los organizadores del Belén y sin tiempo para tomar las consabidas pastas y el vino moscatel con los que todos los años nos obsequian los hermanos Díaz (propietarios de los autobuses), comenzaron los más nerviosos a caminar como si no quedara tiempo para hacer la “escasa” ruta de apenas 4 Kms. que nos llevaría hasta Santa Cruz de la Serós por un tramo del singular bosque mixto por donde los que se decidieron a caminar pudieron disfrutar de la belleza de esos parajes tan atractivos y comprobar cómo se las gasta el general Invierno por estas latitudes, ya que la heladora noche había cubierto con una capa blanca la vegetación y muy pronto se instaló en las narices de los participantes dándoles un peculiar color rojizo.
Conforme el camino se iba empinando, iba aumentado la cantidad de resoplidos por segundo, pero todo se llevaba con bastante dignidad mientras la vista se iba recreando con la hermosa vista de los Pirineos que ya lucían un resplandeciente color blanco aumentado por la luz que le otorgaban los potentes rayos de sol que no nos abandonó en toda la jornada.
Lo más penoso de la corta ruta tuvo lugar cuando se comenzó el descenso hacia Santa Cruz de la Serós debido a lo resbaladizas que estaban las muchas piedras que había a lo largo de la estrecha senda por culpa de la helada nocturna; hubo que extremar las precauciones y aún así más de algún participante probó la dureza de dichas piedras en su parte posterior.
Pronto se comenzó a divisar el pueblo de Santa Cruz de la Serós con su espectacular iglesia románica al frente de un pequeño pero hermoso conjunto urbano que ha respetado la tradicional arquitectura de la zona, donde las típicas chimeneas rematadas por su correspondiente espanta-brujas le dan un plus de exotismo. El Alcalde dio la bienvenida a los participantes y luego se ofreció un refrigerio a base de torta, vino y café “calentico” que ayudó a recobrar fuerzas y calorías que buena falta hacía.
Seguidamente se celebró la misa y el recital de villancicos, que como siempre contó con abundante presencia de los aficionados al tema mientras el resto se repartió por las calles y bares del pueblo acompañados por el sol que comenzaba ya a calentar el ambiente.
Una buena comida donde en cuanto el vino y la sidra comenzaron a hacer efecto hizo surgir las canciones típicas de estas fechas puso fin a esta tradicional jornada navideña y todos nos despedimos deseándonos unas felices fiestas y un año 2.017 donde el mundo disfrute de mucha más paz que la que este “maldito” 2.016 nos ha deparado.