F.A.M. COMUNICACIONES – Grupo de Senderismo L’ANDADA
U.S.C.T.Z. SENDERISMO
BARRANCO CARDOSO – PIEDRA DEL PERUANO
25-3-2023
NÚMERO DE ASISTENTES: 46
¡Por fin a la tercera fue la vencida! Y es que las gentes de L’Andada cuando nos “emperramos” en algo, hasta que no lo conseguimos no paramos. Mira que se nos pusieron obstáculos de todo tipo y de lo más diversos, incluidos una partida de caza y hasta una pandemia mundial, pero como buenos “maños”, si decidimos meter la cabeza por un agujero, hasta que no vemos lo que hay al otro lado del mismo no paramos. ¡Y lo a gusto que nos hemos quedado después de hacer los deberes!
Comenzó la jornada escuchando música en el autobús (esta vez sonaron canciones de nuestra lejana juventud), siguió con el consabido relato de humor y con la rifa de tres botes de un rico producto de alimentación “especialmente recomendado para gente que no practica mucho el hábito de la higiene” como rezaba en el anuncio de la excursión y que sólo alguna persona muy avispada acertó antes de verlo que estábamos hablando de “espaguarros”. Se trataba de echar unas risas y hacer más ameno el viaje; creo honestamente que se consiguió el propósito.
Después de entonar el cuerpo con los consabidos bocatas, vinos y cafés, nos pusimos en marcha dispuestos a quitarnos cuanto antes la espina que llevaba tres años pinchándonos. La mañana invitaba a caminar con un sol espléndido en todo lo alto que nos acompañó durante toda la jornada y que a más de uno le puso el cuello de un color rojo-tomate que daba gozo verlo.
Como de costumbre, no faltaron las conversaciones de todo tipo…hasta que el camino comenzó a empinarse; entonces las palabras fueron sustituidas por los resoplidos y por los signos de admiración conforme nos íbamos internando por los vericuetos del Barranco Cardoso, un lugar lleno de encanto al que sólo le faltaba un poco más de agua para llegar a la perfección
Pero la estrella de la jornada fue sin duda el monumento conocido como la “Piedra del Peruano”, un bajorrelieve policromado de 6 metros de alto por 4 metros de ancho esculpido por el artista peruano Mauro Mistiano, afincado en el cercano pueblo de Pozondón y que representa un “tumi” que es un cuchillo de sacrificio de la época inca.
Multitud de fotos se llevó el bajorrelieve antes de emprender el camino de regreso que se hizo largo porque el calor apretaba.
Aún así nos dio tiempo de contemplar lo que queda del Castillo de los Ares (un curioso paraje) mientras nos refrescábamos bajo unos árboles.
Luego llegó la hora que más nos gusta: la hora de comer y allá que nos fuimos para dar buena cuenta de la rica comida que nos sirvieron en el Hostal SUVESA con una rapidez y amabilidad digna de encomio que le hicimos llegar a los dueños del restaurante.
El regreso fue de lo más plácido gracias a que el sopor de la comida, los chupitos y el cansancio selló la lengua de los “charradotes” habituales.
Por supuesto que la ovación de la jornada fue para Conchita e Isidro “diseñadores” del recorrido que definitivamente pasará a la historia de la cultural como “la excursión más larga jamás realizada por nuestro grupo”: 3 años y 4 días.