F.A.M.
COMUNICACIONES – Grupo de Senderismo L’ANDADA
U.S.C.T.Z.
NÚMERO DE ASISTENTES: 29
Había que cerrar este año atípico de senderismo y pensamos que una buena manera de hacerlo era regresando a uno de los restaurantes donde siempre nos habían tratado bien a la hora de comer y hacerlo todos juntos en buena armonía como siempre anhelamos que ocurra.
El recorrido era en esta ocasión lo de menos, pero aún así resultó de lo más agradable sobre todo porque la climatología una vez más se alió con nosotros y nos ofreció una mañana soleada que invitaba a caminar para “ganarse la comida”.
Para comenzar la jornada, y como todos los años para estas fechas, dimos buena cuenta de un par de botellas de vino moscatel y unas pastas gentileza ambos de la empresa de autobuses Hermanos Díaz que lleva un montón de años acompañándonos en nuestras rutas senderistas y culturales.

Luego de este “calentamiento”, continuamos zampándonos nuestros respectivos bocadillos bien regados por el buen vino de la tierra en el Centro Social de El Burgo de Ebro y para que no faltase de nada, un café para ayudar a hacer la digestión.
Con todo esto dentro del cuerpo, la siguiente misión era “quemarlo” lo antes posible para hacer hueco cuando llegara la hora de comer, y a ello nos dedicamos durante las siguientes tres horas los quince que se decidieron a hacer el recorrido largo, mientras el resto solo llegaron a socarrarlo haciendo un recorrido más corto, lo que no les impidió dejar los platos más limpios que los chorros del oro cuando llegó la hora de comer.

El Camino Natural del Ebro también conocido como GR-99, estaba bastante pasado por agua debido a las recientes lluvias caídas los días anteriores y que tanta falta estaban haciendo lo que convirtió la excursión en una suave caminata con obstáculos que se salvaron con algunas manchas de barro en los bajos de los pantalones y poco más.

Llegó la hora de comer y todos entramos embalados a ocupar nuestros asientos. La comida iba desapareciendo como si tuviésemos hambre y cuando llegó la hora de los postres, allí aparecieron como por arte de magia un par de botellas de orujo marca “Jesús Iglesias” que hicieron las delicias del personal de “L’Andada” como sucede todos los años. Las ovaciones para el bueno de Jesús fueron unánimes y prolongadas sólo superadas por los elogios entre los cuales sobresalió uno que no me resisto a reflejar: “¿Pero cómo has estado tantos años perdiendo el tiempo trabajando para Telefónica sabiendo hacer unos licores tan ricos?”

En fin, que como siempre, bueno como casi siempre para no pecar de inmodestia, fue una jornada de lo más agradable. Los que tuvimos la suerte de participar en ella, nos conjuramos para seguir en el 2.023 caminando “sin reblar” por esos caminos y sendas de nuestro Aragón y si se tercia de alguna comunidad limítrofe a la nuestra que nuestro grupo no le hace ascos a ninguna Comunidad Autónoma vecina.
Con un ¡Felices fiestas y próspero año nuevo! Se dio por terminada la excursión