NÚMERO DE ASISTENTES: 51
Comenzamos el año con la clásica excursión que recorre el Camino del Cid. Poco a poco vamos avanzando por esta popular ruta y en esta ocasión hicimos el recorrido que separa dos localidades de la Comarca de Calatayud: Munébrega y Acered.
Malos augurios se cernían para el día programado para la excursión que se fueron acentuando cuando a principios de la semana, un temporal de nieve y frío se comenzó a instalar en buena parte de la Península Ibérica. Las imágenes de las fuertes nevadas y las bajas temperaturas provocaron algún que otro ataque de “mieditis” que unidos a los estragos de la gripe hicieron que la participación se resintiera y “sólo” 25 valientes y 26 “valientas” se decidieron a ponerle al mal tiempo buena cara confiando que la cosa no sería para tanto.
Y efectivamente de nuevo la “pata de conejo” que tiene “L’Andada” bien guardada para estas ocasiones, cumplió con su cometido y el día resultó de lo más agradable. La moral de la “tropa” subió bastantes enteros cuando después de desayunar, el sol comenzó a despertarse en el momento que comenzó la caminata y ya no nos abandonó en todo el resto del día. Baste como demostración que en esta ocasión, todos los participantes en la excursión “corta” cumplieron como los buenos haciendo todo el recorrido por los campos de estas tierras bilbilitanas que se encontraban con un ligero manto nevado que realzaba el paisaje y como ya es sabido que la nieve tiene un extraño efecto positivo sobre el ánimo de la gente, en esta ocasión también fue así y la verdad es que es muy gratificante ver a nuestros buenos andarines pasarlo bien.
Cuando llegamos a la Ermita de San Fabián y San Sebastián a escasos dos kilómetros de Castejón de Alarba, pudimos ver el interior de la humilde ermita por que justo ese día las gentes de los alrededores se dan cita en el lugar para cumplir con un curioso rito que todos los años por estas fechas realizan y que consiste en dar varias vueltas por el exterior de la ermita pidiendo que los dos santos derramen sus bendiciones sobre la comarca.
Allí los dejamos con sus creencias y cuando se llegó a Castejón de Alarba, la mayoría optó por finalizar su camino mientras que los más andarines (en esta ocasión 16) comenzaron un ritmo endiablado en busca del resto de los kilómetros programados, lo que no fue óbice para aún quedaran fuerzas para ir “charrando” cuando las cuestas lo permitían. Después de pasar por la ermita de San Roque, llegamos a la pequeña localidad de Alarba cuyas calles aparecían desiertas, como adormecidas probablemente porque sus pocos habitantes estaban disfrutando del agradable calor de sus hogares.
Los caminantes continuamos en busca del Santuario de la Virgen de Semón que allá en lo alto de un bonito paraje cubierto de árboles parece vigilar estas tierras para que todo continúe en perfecto orden. Ya sólo quedaban poco más de 2’5 Km. para terminar la excursión en Acered que fueron engullidos rápidamente porque las “ganicas” de comer comenzaban a hacer acto de presencia. Cuando por fin llegamos al Hotel Marivella de Calatayud, la magia comenzó a hacer acto de presencia en las mesas haciendo desparecer toda la rica comida que nos habían preparado, todo bien regado con vino de la tierra.
A la hora de los postres, como todos los años por estas fechas, llegó la hora de disfrutar con los ricos orujos que nos ofrece el bueno de Jesús Iglesias, “cosecha propia” como dice el con legítimo orgullo. Se nota que la experiencia es un grado en todo y en el tema de los orujos, Jesús ha puesto el listón muy alto; ya no se conforma con el orujo de hierbas y el clásico blanco, ahora ya se atreve hasta con variedades como el de membrillo ¿qué será lo próximo?; conociendo a Jesús, no me arriesgo a pronosticar porque este ciudadano es capaz de volver a sorprendernos dentro de un año cuando regresemos al Camino del Cid.
Y estas imágenes por Paco Aguilar: