NÚMERO DE ASISTENTES: 56
Y VAN DOS
Dos excursiones seguidas pasadas por agua, dos veces que el ascenso al Pico del Rayo no se ha podido realizar por las inclemencias climáticas, pero ni eso puede con el espíritu de L’Andada, si no podemos subir montañas, pues bajamos llanuras.
El día comenzó para muchos de nosotr@s con la noticia de que Antonio estaba convaleciente de una operación de cataratas y no podía venir, desde aquí le deseamos una pronta recuperación.
Mira que Gamarra había preparado el recorrido con todo el detalle que él sabe y le gusta, pero ya camino de La Almunia, nos avisa de que tal como se preparaba el día no era en absoluto aconsejable el ascenso al Pico del Rayo y nos propone realizar la excursión corta: Sabiñán – Paracuellos – Embid ida y vuelta, unos nueve kilómetros por el Valle del Jalón siguiendo una variante de la GR-90.
L@s 56 del autobús pensamos que aunque caigan chuzos de punta hemos venido a andar y andamos, unos más y otros menos; comenzamos el recorrido entre huertas, frutales y la primavera asomando por todas partes.
Que llovía un poco, sí, que había charcos, también, que la alegría no se lo quita a L’Andada unos litros de agua de la que cae del cielo, está claro.
Cerca de la una, volvemos a La Almunia, hacemos tiempo con unas cervecitas con sus tapas y a comer bien como siempre en El Patio.
Sobre las cuatro de la tarde teníamos preparada una visita a la almazara de Aceites Lis, donde el propietario Sergio Lis, un enamorado de su oficio, nos explicó las diferentes calidades del aceite según el grado de madurez del fruto, la variedad de la oliva empleada y el proceso de extracción, contestando a las preguntas de nuestro grupo y finalizando con una degustación de distintas calidades para l@s que se atrevieron después de lo que habíamos comido; gracias a que comenzó a llover, que si no lo hace, allí nos da la hora nona.
Resumiendo: para ser un día completo, nos sobró la lluvia y nos faltó Antonio.