24-01-2015 Camino del Cid: De Bubierca a Terrer

NÚMERO DE ASISTENTES: 54

Un año más, la excursión del mes de Enero está reservada para recorrer el Camino del Cid aragonés y como el año pasado terminamos en Bubierca, pues este 2015 no nos calentamos la cabeza demasiado y decidimos continuar nuestro periplo desde este pequeño pueblo de Aragón, con una nueva etapa que nos iba a llevar a Terrer, pasando por Castejón de las Armas y Ateca que también sintieron en sus tierras los cascos de Babieca, el caballo del Cid.
Aunque la mañana estaba fría, el espléndido sol que lució desde primera hora y la ausencia del cierzo (y eso que la fabrica está cerca de estas tierras), templaron el ánimo que se calentó definitivamente después de dar buena cuenta de los “bocatas” que acompañados del buen vino de la zona fueron despareciendo como por arte de magia de las mochilas de los 54 andarines que en esta ocasión se decidieron a participar en la excursión.
Mientras que los “menos andarines” comenzaron la jornada visitando los encantos de la villa de Ateca, donde destaca el mudéjar de la torre de la iglesia de Santa María, la Torre del Reloj y los restos de su Castillo, los “mas andarines” nos desplazamos a Bubierca para dar comienzo al recorrido largo que poco a poco fuimos devorando mientras contemplábamos el paisaje modelado por el General Invierno, acompañados del río Jalón y de árboles frutales desnudos frente al frío de la mañana.
Todo iba como la seda hasta llegar a un fuerte “pechugazo” que hizo despojarse de ropa a más de uno/a que iban “forrados” para protegerse de la helada caída durante la noche y que dejaba su rastro en los charcos helados que poblaban las orillas del camino.
La primera sorpresa y muy agradable por cierto, fue la visión de Castejón de las Armas desde la parte alta del pueblo que aparece de pronto como acurrucado entre los viaductos del AVE y las montañas cercanas. Un tramo corto obligatorio por la antigua carretera nacional que hicimos con sumo cuidado, nos dejó a las puertas de Ateca fácil de encontrar por el aroma de la fábrica de Chocolates Hueso, aunque ahora tenga un nombre impronunciable ¡cosas de la globalización!
Una vez llegados a esta villa de los tres ríos (el Jalón, el Manubles y el Queiles) seguimos devorando la ruta que continúa junto a la ermita de San Blas, elevándose hacia el campo de fútbol y que nos dejó en el camino de Manzanilla, donde ya comenzó a imponerse la juventud de Lorena que dispuesta a dejarnos en ridículo lo consiguió y de que manera, llegando a Terrer con no se cuantas cabezas de ventaja sobre su padre que por fuera despotricaba pero por dentro se sentía orgulloso de la “niña de sus ojos”.
En Terrer ya nos estaban esperando los participantes del recorrido corto, sentadicos al sol y disfrutando de la hermosa mañana invernal. Pero en Ateca nos estaba esperando Lucía con una comida abundante y calentica que junto al potente vino de Cariñena, nos entonó del todo el cuerpo. Hubo repetición de garbanzos con congrio y fideuá por parte de los “tragones” de siempre y tampoco faltaron a la cita las risotadas y la charla abundante que uno más de los alicientes de nuestras excursiones.
La clásica siesta soñando con la siguiente excursión por tierras de Peracense nos dejó en Zaragoza donde ya nos estaba esperando el cierzo para darnos la ración que nos habíamos perdido durante el día por las tierras de la comarca del Jalón.

Inicio en Bubierca
Inicio en Bubierca
Río Piedra en Castejón de Las Armas
Río Piedra en Castejón de Las Armas
Subiendo hacia Castejón de Las Armas
Subiendo hacia Castejón de Las Armas
L'andada en Castejón de Las Armas
L’andada en Castejón de Las Armas
Lagart@s tomando el sol en Terrer
Lagart@s tomando el sol en Terrer

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