Montañeros, montañeras, montañeritos, montañeritas y otras especies:
Aquí reflejamos la crónica fiel (¿?) de la excursión del afamado grupo de montaña Los Martes Libro a la zona de Pitarque-
Empezamos bien (39 especímenes) y llegamos a Pitarque sin novedad. Tras los dulces y el moscatel (escaso) enganchamos a andar. Tras una primera subida durilla y comernos los plátanos del Sr. Plana, echamos una bajada larga hasta Montoro de Mezquita. Allí paramos un rato e incluso hubo gente que confraternizó con los aborígenes obteniendo un cuadro fiel de los problemas y ventajas de la vida en zonas rurales remotas.
Desde Montoro, iniciamos la subida hasta la ermita de San Pedro por un camino ligeramente vertiginoso y, en cualquier caso, bastante espectacular. Después de santificarnos (el que quiso) seguimos la subida hasta arriba (somos así) y allí comimos (aprovechando que había un abrevadero).
A partir de ahí comenzó la bajada fuerte hasta el Hostal de La Trucha, fundado en 1789 (con piedras traídas de la misma Bastilla) y antigua fábrica de moneda, aunque no quedó ninguna para nosotros.
Allí hubo consumo y expulsión de líquidos varios y se continuó la excursión con una última subida hasta Villarluengo (excepto algunos perros moros que se quedaron en el hostal para darse a la bebida y vaya usted a saber a qué otros vicios) donde finalizó la excursión con una merecidas libaciones y vuelta al autobús, que tras recoger a los perros moros nos dejó en Zaragoza, para desgracia de nuestras familias.
La comisión de festejos se despide emplazando a los lectores a la próxima excursión, que será por el Pirineo (Hecho).
«Cuando todo da lo mismo, por qué no hacer alpinismo»
Javier Krahe