Atendiendo a las peticiones de nuestra multitud de amigos de organizar una excursión de Senderismo para reducir en lo posible los excesos cometidos en las pasadas fiestas navideñas, pensamos en qué itinerario programar para complacerlos pero sin excedernos en la dureza para no “escarmentar” a nadie en la primera excursión del año.
Salieron voluntarias para este menester nuestras amigas de Borja: Clara y Carmen ó Carmen y Clara (que tanto monta, monta tanto) siempre dispuestas a enseñarnos algún rincón de su comarca del somontano del Moncayo y como además éste tiene siempre como un imán para los aragoneses y sorianos que son mayoría en nuestro grupo, dijimos: ¡adelante!
Y la confianza que tenemos en esta pareja no se vio defraudada, pues nos llevaron a realizar un tramo de la famosa “Huechada” puesta de moda por Os Andarines de Aragón. Como el lugar está cercano, no hizo falta madrugar en exceso y se notaba desde primera hora en las ganas de hablar en el autobús.
Todo estaba preparado con mimo, pero el hombre propone, la mujer dispone…y la gripe decide, de tal manera que Clarita, una de nuestras guías fue abatida por el famoso virus que le hizo imposible venir a cumplir su cometido ¡con lo entusiasmada que estaba! Sobre la marcha, decidimos modificar los planes de tal manera que todos, andarines y menos andarines comenzaríamos a caminar en el mismo punto: Bulbuente
Tras parar a desayunar y a comprar algún producto de la zona (aceite, olivas y vino) en el Mesón del Aceite de Bulbuente, dimos comienzo a esta jornada senderista con un sol espléndido y con la compañía del famoso cierzo que para algo tienen allí la fábrica. Y los 52 participantes con ganas de empezar la caminata emprendimos la marcha, algunos a grandes velocidades y otros con más calma disfrutando del paisaje, cogiendo algunas almendras de las que nadie cosecha y tomando el sol invernal mientras aparecía al fondo la silueta inconfundible del Moncayo, las Peñas de Herrera, Morca, etc..
Poco a poco fuimos llegando al primer pueblo de la ruta: Maleján y nuestra guía Carmen desapareció corriendo llegando al poco rato con una bolsa de pastas para recuperar fuerzas que desaparecieron en un santiamén, vamos como si no nos hubiéramos comido el bocadillo hacía menos de una hora.
Aquí ya se rompieron las hostilidades y los “tragamillas” no pudiendo esperar más se lanzaron a toda mecha camino de Borja, punto de llegada de la excursión corta a donde llegaron algo más tarde los “tranquilos” paseantes para disfrutar de un paseo por la patria chica de las organizadoras de la excursión.
Mientras tanto, el resto del grupo continuó su andadura pasando por pueblos como Ainzón, Albeta y finalizando en Magallón, donde todavía un puñado de valientes subió hasta lo alto del pueblo para contemplar una panorámica espectacular de todo el campo de Borja.
La estupenda comida bien regada con vino de la zona, hizo desatar las lenguas organizando un guirigay importante. Lo cierto es que ver a tantos compañeros y amigos tan animados es un placer que deseamos continúe por mucho tiempo, como dice un compañero: “Mientras que el cuerpo aguante”.