Nueve años después, regresamos al Cañón del río Lobos, aunque en esta ocasión con un recorrido distinto al de la vez anterior para tener otra perspectiva de esa maravilla natural que tienen en la provincia de Soria.
El día amaneció con un sol espléndido y así continuó durante toda la jornada, aunque una suave brisa ayudó a hacer más agradable la caminata.
Mientras que los andarines después de almorzar se bajaban en la inmediaciones del puente de los Siete Ojos para comenzar su recorrido, el resto prosiguió hasta las inmediaciones de Ucero para hacer lo propio y juntarnos todos en la ermita de San Bartolomé, un bello ejemplo del románico, enclavado en una zona muy hermosa y repleta de gente deseosa de disfrutar de este paraje.
El camino hasta llegar a la ermita desde el puente de los Siete Ojos, es muy cómodo, sólo interrumpido por numerosos pasos del río Lobos sin ninguna dificultad, lo que permite disfrutar de la naturaleza que nos obsequia con sus hermosas praderas, sus pinares abundantes y los aromas a tomillo, romero, pino, etc. demostrándonos una vez más que a pesar del mal trato que recibe de los humanos, ella como buena madre, nos devuelve a cuenta cosas agradables.
Las cámaras de fotos trabajaron de lo lindo, pues el cañón nos sorprende a cada momento con esas gigantescas rocas de mil y una formas y sus bucólicos paisajes donde se reflejan en las aguas del río esas inmensas moles y donde crecen los nenúfares que todavía no han florecido.
Los grupos de gente caminando, en bicicleta o paseando con sus niños es muy nutrido sobre todo cuando nos acercamos a la ermita de San Bartolomé construida por los Templarios en un punto equidistante de los cabos de Creus y Finisterre, lo que hace que para ellos tuviera un significado místico especial, con unas connotaciones mágicas. Para el común de los mortales, la magia está en el enclave tan maravilloso, rodeada de esos murallones impresionantes que hacen que sea difícil de olvidar.
Los sorianos asistentes, casi no cabían en la explanada de lo ufanos que se sentían de esta joya de su tierra…y para todo tienen. Después de hacernos la foto de familia delante de la ermita, con algunos de los compañeros de la excursión corta, continuamos nuestro camino hasta la explanada donde nos estaba esperando el bueno de Miguel el conductor, que nos llevó a comer a El Burgo de Osma donde después de la comida aún tuvimos tiempo para pasear por sus calles repletas de casas típicas de estilo castellano, su hermosa Catedral, el edificio del hospital de San Agustín hoy convertido en oficina de Turismo, la calle y plaza Mayor y las vistas del río Ucero desde el exterior de la muralla. Todo ello hizo que regresáramos a casa de muy buen humor…y envueltos en dulces sueños.
En qué país está esto?
Ccomunidad Autónoma de Castilla y León en España (Europa)