NÚMERO DE ASISTENTES: 61
Una entusiasta propuesta de nuestra compañera Luci Gracia, nos hizo ponernos en marcha para dar a conocer a nuestr@s asidu@s a las excursiones de senderismo, uno de los lugares más sorprendentes de la geografía aragonesa: “Los Aguarales de Valdemilaz” que son conocidos como “La Capadocia aragonesa”.
Como son muy pocas las iniciativas que llegan a los organizadores de las excursiones, y además porque cualquiera se atreve a llevar la contraria a esa “gallurana” militante, programamos esta excursión en cuanto pudimos, más que nada para no dejar enfriar el tema y para que tengáis claro que vuestros deseos son prioritarios para nosotr@s.
Comenzó la mañana con un pequeño contratiempo: cuando llegamos a Piedratajada pequeña localidad de la comarca de las Cinco Villas que apenas cuenta con 100 habitantes, nos encontramos el bar cerrado y todavía permaneció así durante media hora larga; cuando ya estábamos dispuestos para comenzar la caminata, se abrieron las puertas y como la mañana estaba “fresca”, entramos corriendo al bar para tratar de combatirla a base de bocadillos, vino y cafés para entonar el cuerpo y seguidamente comenzar la excursión.
El retraso nos hizo ir el resto de la mañana apurados de tiempo, pero todas estas cosas son meras anécdotas que no impidieron disfrutar de una buena mañana de senderismo bajo un tiempo de lo más variopinto: algo de viento al comienzo, ligero sirimiri a continuación, algo más animado al llegar a Valpalmas y explosión de sol cuando ascendíamos hacia el Monasterio de Monlora (cosas de la Virgen de Monlora).
Pero la estrella de la mañana fue sin duda el paraje de “Los Aguarales”, que si bien la primera visión desde la lejanía resulta algo decepcionante, cuando te internas por los cualquiera de los dos recorridos muy bien determinados, la decepción se torna en entusiasmo y, porqué no decirlo, legítimo orgullo de contar en nuestra comunidad de un lugar tan singular y bello donde el agua y la erosión han creado caprichosas y curiosas formaciones. No había manera de sacar de allí a más de cuatro entusiastas de la fotografía, que incluso amenazándolos con dejarlos sin postre, insistían en quedarse un rato más.
El recorrido continuó hasta Valpalmas para la mayoría de los participantes en la excursión. Allí nos recibió Hortensia, la guía del pequeño museo dedicado a Ramón y Cajal, que vivió durante cinco años de su infancia en este pequeño pueblo, venido a menos con unos 70 habitantes, los cuales se sienten muy orgullosos de que don Santiago correteara por sus calles y que, en más de una ocasión, siendo ya famoso volvería a visitar el pueblo dando lugar a curiosas anécdotas muy bien reflejadas en los paneles explicativos del museo.
Como siempre, hubo un grupo de 2 “aguerridas” y 9 “aguerridos” que no se conformaron con lo caminado y se dirigieron hasta el Monasterio de Monlora superando un buen “pechugazo” hasta llegar a la explanada del Monasterio donde pudimos disfrutar de unas preciosas vistas iluminadas por un sol espléndido. Visitamos su coqueto claustro y la iglesia antes de descender hasta la villa de Luna donde unos cuant@s ya se habían tomado varios vermuts.
Una estupenda comida en el restaurante “La Perla” en la localidad de Erla, hizo las delicias de nuestras gentes y para culminar la jornada, nuestro Real Zaragoza nos dio la alegría de poder disfrutar de su sexto triunfo consecutivo que ya empieza a hacernos soñar con la posibilidad de ascender a Primera División; esperemos que no sea una vez más “el cuento de la lechera” y que en esta ocasión se haga realidad.
