30-11-2011 ESCUELA DE HOSTELERIA MIRALBUENO

PARQUE LABORDETA – FUENTE DE LA JUNQUERA – MIRALBUENO

Como todos los años y van…un montón, cuando las luces de adorno navideñas comienzan a colgar de nuestras calles, llega el momento de realizar una de las dos excursiones urbanas que todos los años programamos los chicos de L’Andada y es que cualquier excusa es válida cuando se trata de volver a juntarnos cuando se acercan las fiestas navideñas para despedir el año como se merece: con una buena comida en la Escuela de Hostelería de Miralbueno, donde esos muchachos que se esfuerzan en aprender un oficio en el gremio de la hostelería, sabiamente dirigidos por el profesor de turno siempre nos sorprenden con nuevos platos y un montón de trucos que hacen las delicias de los comensales.

Pero primero hay que ganarse dicha comida y en esta ocasión nos dirigimos desde el Parque José Antonio Labordeta hacia la orilla del Canal Imperial de Aragón hasta alcanzar la Fuente de la Junquera. ¡Cuantos recuerdos de la niñez y la adolescencia vinieron a nuestras blancas cabezas cuando ir a pasar la tarde con la merienda a dicho lugar era un acontecimiento, casi un viaje! Como es lógico, las anécdotas se fueron sucediendo a lo largo del recorrido y después de posar para la fotografía en la Fuente con unos alrededores que nada tienen que ver con la foto antigua almacenada en nuestra memoria, y beber un buen trago de dicha fuente, retomamos el camino para dirigirnos por la orilla del Canal a recoger al segundo grupo de caminantes (pero menos) que ya estaban esperándonos en otro punto mítico de Zaragoza: la Fuente de los Incrédulos.

Una vez el grupo de andarines al completo, el recorrido continuó siguiendo aguas arriba del Canal hasta el nuevo Parque de Valdefierro y luego alcanzando la Ronda Oliver donde una vez más nos quedamos maravillados de lo bien cuidado que tienen el parque que por cierto están ampliando.

Un pequeño esfuerzo más, nos dejó a las puertas de la Escuela de Hostelería donde como por arte de magia, aparecieron 25 compañeros más que parece ser habían venido por un atajo por lo descansados que se les veía. Enseguida nos llamaron a comer a todos y sin hacernos de rogar dimos buena cuenta de todos los platos que tuvieron a bien servirnos los aplicados chicos y chicas alumnos de la Escuela. Todo estaba muy bueno y más de uno/una ya se quería apuntar para la próxima comida de primavera con la promesa de venir a caminar. Fue una bonita mañana de otoño con un remate delicioso.

En la Fuente de la Junquera
En la Fuente de la Junquera
Recuperando fuerzas en la Escuela de Hostelerería
Recuperando fuerzas en la Escuela de Hostelerería

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